
Acalasia, ¿qué es y cómo se trata?
La acalasia es un trastorno funcional del esofágo que se caracteriza por una alteración en la motilidad esofágica y la ausencia de relajación del esfinter esofágico inferior (se encuentra en el segmento inferior del esofágo), que impide el paso de la comida de manera adecuada hacia el estómago
Dra. Omaira Rodríguez
¿Por qué ocurre la acalasia?
Es una enfermedad poco frecuente, y la causa no está del todo identificada. Sin embargo, se plantea que puede estar dada por factores auto-inmunes que dañan las fibras nerviosas que llegan a los músculos del esófago.
¿Cuáles son los síntomas de la acalasia?
La dificultad para tragar los alimentos o los líquidos es el síntoma principal, también puede presentarse sensación de reflujo, regurgitación, dolor en la boca del estómago o el pecho y pérdida de peso.
¿Qué hacer si presento estos síntomas?
Lo primero que se recomienda es guardar la calma e ir al médico especialista en la materia.
¿Qué exámenes me mandará a realizar el médico?
Lo primero que se debe realizar es una endoscopia digestiva superior, en la que se puede ver el esófago y el estómago con una cámara y así descartar que tenga alguna otra enfermedad que pueda causar la dificultad para tragar.
Se recomienda también la realización de un esofagograma, en el que se toma un líquido especial (contraste) y se realiza una radiografía, en la que se puede ver el esófago dibujado en toda su extensión. Una imagen típica de la acalasia es la punta de lápiz. Sin embargo la prueba oro para diagnosticar la acalasia es la manometría esofágica de alta resolución, en la que se coloca dentro del esófago una serie de sensores que se encargan de medir la presión del esófago en toda su extensión y así determinar los cambios e irregularidades que en este puedan existir.
¿Cuál es el tratamiento de la acalasia?
El tratamiento de elección de la acalasia es una intervención quirúrgica. Este tratamiento lleva el nombre de Miotomía de Heller más Funduplicatura tipo Dor.
En la Miotomía de Heller se seccionan las fibras musculares que se encuentran en el esófago inferior, de esta manera se disminuye la presión y la comida puede pasar al estómago con mayor facilidad, a este procedimiento se le asocia una funduplicatura parcial, que consiste en cubrir una parte del esófago con el estómago para impedir los síntomas de reflujo.
¿Cómo me harían la operación?
Se realiza por cirugía mínimamente invasiva, bien sea por laparoscopia o por robot.
En la cirugía laparoscópica se realizan pequeñas incisiones en el abdomen y a través de éstas se introduce una cámara que permite visualizar todas las estructuras del abdomen, además se introducen pinzas que van a permitir manipular y cumplir los objetivos de la cirugía.
En la cirugía robotica igualmente se hacen pequeñas incisiones en el abdomen, pero la cirugía se realiza utilizando el Sistema Da Vinci.
¿Qué ventajas tiene la cirugía robótica?
Se ha demostrado que la utilización del robot disminuye el porcentaje complicaciones intraoperatorias (perforación esofágica), ya que esta tecnología permite realizar la cirugía con mayor precisión.
¿Cómo es la recuperación?
Por lo general, al día siguiente el paciente está caminando y se puede valer por sí mismo, iniciando a tomar líquidos a las 24 horas de operado, y será dado de alta del hospital a las 24 o 48 horas.
¿Me sentiré satisfecho con la cirugía?
Posteriror a la cirugía sentirás que eres una persona nueva, que puede tragar sin sentir la presión en el pecho y sin la necesidad de realizar esfuerzos extras. Se progresará la dieta paulatinamente, bajo la supervisión de una nutricionista.